Si hay algo que guste a todo el mundo son los espacios amplios, acogedores y relajados que invitan a sentarse para dejarse llevar por las gratas sensaciones y degustar de un buen café y una agradable charla, leer desenfadadamente un libro o una revista, oír música…en una palabra: descansar.
Pues bien, hoy vamos a enseñarte a crear este tipo de ambientes mediante sencillos trucos. Toma nota.
Equilibrio…
Procura siempre buscar el equilibrio en los colores, texturas y diseños. Así, fíjate cómo las rayas de la alfombra la combina con los cojines que reposan sobre sillones blancos inmaculados que a su vez combinan con las lámparas y una silla. La madera que adorna la pared a su vez se combina con los elementos de enea de una silla y bajo las mesitas, así como con una bandeja también marrón claro de igual tono.
Nada que desentone
Opta por escoger un mobiliario que “trabaje” en la misma línea. Por ejemplo, en la siguiente imagen observa que tanto los sillones como la mesa parecen haber sido realizados en la misma escala y proporción, sin darse acusadas diferencias de alturas. De esta manera creas un ambiente equilibrado.
Como los sillones son bajos y largos, observa cómo las lámparas de las mesitas muestran también un pie rechoncho y encima de la chimenea reposa una gran bandeja alargada precisamente acentuando esa proporción.
Usa espejos para multiplicar exponencialmente la luz de la habitación
Puedes usarlos de gran tamaño, como en probadores de marcas punteras de moda, o bien pequeños y de formas originales que aportan puntos de luz en los muros.
Y es que además los espejos amplios aportan una gran profundidad pareciendo que la habitación es enorme.
¿Poca luz? Prescinde de cortinas y usa pintura clara
Recurre a paredes claras y estanterías blancas. Para los electrodomésticos, úsalos de superficies blancas o bien color acero que creará el mismo efecto que un espejo.
Fíjate en los amplios ventanales, en las lámparas transformadas en puntos de luz del techo excepto una original lámpara casi transparente, sobre la mesa del comedor:
Adiós a los obstáculos
Si tu habitación principal se encuentra en un sótano lúgubre y oscuro que te da una sensación deprimente al estar allí, prescinde de muros, encálalo completamente y deja que la luz natural inunde todos los rincones.
Rodéate de tonos cálidos
Para que la iluminación de la estancia no sea como la luz de esas bombillas tan diáfanas que dan sensación de frío, juega con la calidez de la madera, de los tejidos de esparto en las alfombras y del mimbre.
Observa cómo las mesas transparentes de cristal o metacrilato y los sillones con pie metálico tipo acero ayudan a aportar más luz a la sala:
Además puedes crear “muros” con estos elementos naturales. Así, por ejemplo, fíjate cómo en este pequeño estudio se ha usado el bambú para separar el dormitorio del cuarto de baño de una manera cálida y elegante:
Dado que la madera puede dar cierta sensación de solidez, lo mejor es combinarla con lámparas transparentes y livianas. Por ejemplo:
Es fundamental combinar el mimbre, esparto y otros elementos naturales con muros encalados o pintados en tonos claros si queremos evitar que den un aspecto oscuro a toda la habitación.