Dice el dicho que sobre gustos no hay nada escrito, pues casi cada persona tiene el suyo propio. Hay uno de ellos muy extendido entre los extranjeros, fundamentalmente anglosajones, que podríamos resumir como “la casa de Cocodrilo Dundee” o del “Dr. Livingstone, supongo” y que consiste en decorar tu casa como si de un gran cazador o explorador del siglo XIX se tratara.
Hoy vamos a centrarnos en este estilo, para darte ideas o, si no te gusta este estilo, para mostrarte distintos diseños y excentricidades de este nuestro planeta que nunca deja de asombrarnos, ¿no crees?.
¿La casa de Tiburón… o de Psicosis?
Externamente es muy común que este tipo de casas luzcan como una mezcla entre una casilla con bonito aire marinero (primera imagen) y unas dosis de casa de Psicosis con psicópata merodeando, incluido (segunda imagen).
El jardín bien cuidado, con césped bajo es otro elemento recurrente, así como la madera decorando el porche y la escalera de acceso, al menos.
Madera y objetos animales y vegetales como complementos imprescindibles
Interiormente, suelen decorarse con materiales naturales, tanto de origen animal (pieles, cuero, animales disecados, caparazones, velas…) como vegetal (vigas de madera, tejidos naturales, ramas y flores secas, etc).
Cristales con aire vintage, o recogido de las playas
El cristal decorado, de aspecto antiguo también es un complemento ideal, y luminoso, a este tipo de ambientes naturales donde se enfatiza la luz natural a través de ventanas con cortinas apartadas, claraboyas en puntos concretos y lámparas añadiendo luz.
Un aire cuidadamente descuidado
En este tipo de estilos es frecuente encontrar elementos del mobiliario que suelen estar menos descuidados de lo que se pretende. Así, es frecuente encontrar trozos de árboles (ramas, tocones, …) formando parte de mesas, lámparas de pie y de techo o reposapies que aparentan estar desgastados por el uso o la intemperie. Sin embargo, todos ellos en realidad han sido tratados con barnices transparentes a los que se ha aplicado la terminación “descuidada” deseada.
Lo mismo puede decirse de las vigas y columnas de madera a las que se les aplica una capa de barniz más oscura que les de un aspecto antiguo y casi, me atrevería a decir, decadente. Si te fijas en la imagen que sigue, este hecho se ha enfatizado añadiendo cuadros de bodegones que fomenten ese aire bohemio y vintage.
Aperos de labranza como elementos decorativos
Otros objetos muy frecuentes en este estilo decorativo son todos los elementos de uso cotidiano en época de nuestras abuelas y bisabuelas, hoy tristemente en desuso. Por ello, suele ser buena idea visitar tiendas de antigüedades y de segunda mano, en zonas rurales, donde posiblemente por pocos euros podamos hacernos con algunas de estas antiguas herramientas, planchas de la ropa, ollas, etc que poder incorporar a nuestro hogar, como elemento decorativo. Por cierto, el perro de la imagen decora ¡pero no está disecado!, simplemente es coqueto y posa.
Presta atención a lo bonito que ha quedado el mueble aparador del fondo, tras haber sido “modernizado” con un lavado de imagen mediante pintura mate gris y azul, con unos detalles en blanco. Imaginación al poder.
Suelos de “terrazo” o entarimados
También es frecuente que los suelos sean de madera o bien de “terrazo”, de arcilla cocida a la manera tradicional. Los colores de muros y tejidos suelen ser naturales, tomados de la propia naturaleza (maderas, arcillas, vegetación,…).
Una habitación con vistas
En el mundo anglosajón es típico disponer de “una casa de invitados” que puede ser un garaje reconvertido o una casita prefabricada y donde las visitas podrán gozar de cierta privacidad, para estar “juntos pero no revueltos”.